Codelco ha presentado un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para extender la operación de su División Gabriela Mistral (DGM) hasta 2055. El proyecto, que implica una inversión de US$800 millones, busca asegurar la continuidad operacional de la mina y avanzar hacia el uso exclusivo de agua no continental hacia 2035.
DGM, ubicada en Sierra Gorda, inició sus operaciones en 2008 con una vida útil estimada de 15 años. Pionera en la producción de cátodos de cobre 100% trazables, la división produce actualmente cerca de 110 mil toneladas de cobre fino al año y emplea a casi cuatro mil personas, con un 25% de su dotación propia compuesta por mujeres.
El proyecto de extensión contempla la explotación de óxidos y sulfuros, incorporando la lixiviación con cloruro de sodio para optimizar la recuperación de minerales. Además, se ampliarán las obras mineras de soporte, como el rajo y el botadero, y se reubicarán algunas instalaciones.
Uno de los puntos clave del proyecto es la transición hídrica. Si bien DGM ha utilizado solo el 2% del volumen de agua autorizado de una cuenca sin conexión con ecosistemas u otros usuarios, Codelco se compromete a eliminar el uso de agua continental para 2035. Para ello, migrará al consumo de agua proveniente de terceros autorizados y evaluados ambientalmente.
«Este proyecto recoge nuestro compromiso con el país de seguir aportando al desarrollo con la generación de recursos, empleo regional y desarrollo de proveedores locales», afirmó Claudia Cabrera, gerenta general de la división.
Como medida de compensación por el uso de agua continental durante la transición, DGM propone aportar a la Región de Antofagasta un volumen equivalente al que consumirá el proyecto en los siete años de transición.
